La molienda fina de un molinillo de café Tiene un impacto significativo en la acidez y el amargor del café, que está relacionado principalmente con la tasa de extracción, la liberación de componentes químicos y la experiencia de sabor provocada por la molienda fina.
El café en polvo finamente molido tiene una gran superficie y puede entrar rápidamente en contacto con más partículas de café cuando el agua fluye a través de él. Esta alta superficie permite que el agua extraiga más rápidamente las sustancias disueltas en el café, especialmente los ácidos. La molienda fina a menudo da como resultado un aumento significativo de la acidez al preparar la cerveza, especialmente cuando se utilizan granos de café de primera calidad, que pueden revelar ácidos frutales brillantes y sabores refrescantes. Esto es una ventaja para quienes gustan del café amargo, pero para algunos bebedores, demasiada acidez puede provocar un sabor desequilibrado.
Otro efecto importante de la molienda fina es el aumento del amargor. Con un molido fino, los posos de café tienden a extraerse en exceso, especialmente si se dejan en remojo durante mucho tiempo o se preparan incorrectamente. Cuando el café en polvo se remoja demasiado, además de la acidez, también se liberan componentes amargos (como ácido clorogénico y cafeína, etc.). Estas sustancias amargas tienden a cubrir el sabor original del café, lo que da como resultado un sabor único y sin capas.
Para equilibrar la acidez y el amargor que aporta la molienda fina, los baristas suelen ajustar el método y el tiempo de preparación de acuerdo con el método de elaboración específico. Por ejemplo, cuando se utiliza un molido fino para espresso, tiempos de preparación cortos y alta presión pueden extraer rápidamente sabores ricos mientras se controla el equilibrio de acidez y amargor. Sin embargo, si se muele finamente y se usa para prensa francesa, el amargor tenderá a aumentar debido al mayor tiempo de remojo. El efecto de la molienda fina sobre la acidez y el amargor del café es complejo y sutil. Si bien puede mejorar la acidez del café y revelar capas de sabor más ricas, también puede provocar una extracción excesiva y un aumento del amargor. Por lo tanto, al elegir un molido fino, es fundamental dominar el tiempo y el método de preparación adecuados.